Una estalagmita es un espeleotema que se forma sobre el suelo de las cuevas, un proceso relacionado con el goteo de agua que cae desde el techo, normalmente desde la punta de una estalactita. Para dejarlo muy claro: la estalagmita es la formación que se encuentra sobre el suelo y que crece hacia arriba, mientras que la estalactita cuelga del techo y crece hacia abajo.
¿Cómo es posible que donde caen las gotas de agua sobre el suelo se forma una formación de piedra pura y dura? La explicación es la siguiente: cada gota tiene una pequeña cantidad de carbonato de calcio disuelta y además dentro de la gota se encuentra una cierta cantidad del gas dióxido de carbono. El dióxido de carbono es necesario para mantener el carbonato de calcio disuelto. Es decir, sin la presencia de este gas el carbonato de calcio se precipitaría formando un trocito de roca.
Y esto es exactamente lo que ocurre cuando una gota cae sobre una estalagmita, porque esta gota "explota en mil pedazos" y pierde mucho dióxido de carbono. Este principio es muy parecido a un bote de refresco con gas que se abre después de haberlo sacudido fuertemente. El carbonato de calcio precipita sobre la estalagmita y hace que esta aumenta en altura y volumen.
La forma de la estalagmita tiene relación con la cantidad de agua y con la altura desde donde cae. Una mayor cantidad y altura favorece la formación de una estalagmita ancha.
Unas últimas palabras respecto al famoso crecimiento de "1 cm por siglo" que te cuentan en prácticamente todas las cuevas turísticas. Aparte de que el crecimiento depende de muchos factores, en el caso de que una estalagmita hubiera experimentado un crecimiento constante, sería el aumento constante en volumen y no en altura. Cuanto más grande es una estalagmita, más volumen necesita para poder crecer un centímetro más.
De todos modos, es obvio que con este "centímetro por siglo" los guías turísticas identifican un crecimiento muy lento y que por tanto se debe tratar una estalagmita (o cualquier espeleotema) con mucho cuidado.
